Las actividades deben entregarse en formato word, las mismas deben realizarse cada 4 personas y solo una envía al siguiente correo electrónico: gabyescobedo76@gmail.com. Fecha de entrega: 19 de Marzo
ACTIVIDAD AÚLICA Nº 1
DISTINTAS FORMAS DE CONOCER EL
SABER
Nombre: Grupo:
…………………………………..Fecha: ……………………..…..Calificación:
OBJETIVO: Valorar las distintas formas de construir el saber en diversas
culturas.
Instrucciones.- Lean con atención la siguiente lectura, contesten las preguntas de pie de página. coméntenlo con el resto del grupo.
La construcción
del saber humano en distintas culturas.
La cultura de una sociedad es el conjunto
de conocimientos de todo tipo (religiosos, de usos y costumbres, políticos,
tecnológicos) que se adquieren de generación en generación y se mantienen a
través de las estructuras sociales, como la familia y el gobierno. Desde el
origen de la humanidad han existido muchas culturas y cada una desarrolló sus
propios conocimientos sobre las plantas, los animales y el mundo. Estos
conocimientos han generado el desarrollo de la ciencia y a lo largo de su
historia se han dado aportaciones que interpretan lo que se conoce en
determinado tiempo y espacio hasta que otro nuevo conocimiento aceptado por la
comunidad científica sustituye al anterior. Muchas han sido las formas de
interpretar la vida, el mundo y los fenómenos que en él acontecen. Se considera
que la ciencia moderna se originó entre los siglos XVII y XVIII, cuando en
Europa se realizaban las primeras investigaciones que intentaban explicar los
fenómenos naturales mediante la observación, la experimentación y las
matemáticas. Por ejemplo se sabe que en la India, en el siglo III a. de C. el
emperador Asoka organizó jardines botánicos para utilizar las plantas con fines
medicinales. El emperador Moctezuma ordenaba a sus médicos experimentar con sus
guerreros en la cura de enfermedades con hierbas para probar su efectividad ,
los mexicas entonces impulsaron el conocimiento de las plantas, al utilizarlas
no sólo como alimentos, sino como medicamentos .Los antiguos egipcios fueron
los primeros en atribuir a la planta llamada adormidera Papaver somniferum
propiedades sedantes y analgésicas y fue en 1865 cuando logró aislarse su
principal componente, la morfina, un analgésico muy potente.. Al mantener estos
conocimientos sobre aspectos curativos y propiedades de las plantas, los
mexicas, al igual que otras culturas como la griega en Europa, y la egipcia en
África, establecieron una línea particular y específica del conocimiento; la
herbolaria. En 1555 el médico indígena Martín de la Cruz, nativo de Xochimilco,
escribió un libro sobre herbolaria medicinal mexicana, conocido como Códice
Badiano, un legado fundamental para la botánica y la medicina tradicional. En
1576 Don Francisco Hernández escribió su obra Historia natural de Nueva España,
donde menciona que los indígenas utilizaban más de 3000 plantas medicinal, con
muchas de las cuales el experimento consigo mismo y en personas enfermas. Los
mexicas machacaban las hojas del árbol conocido con el nombre de bálsamo
(localizado en el Valle de México) y colocaban esa pasta directamente sobre las
heridas para favorecer la cicatrización. En el siglo pasado el Instituto
Mexicano del Seguro Social (IMSS) realizó una investigación de los efectos
curativos de esta planta; así se comprobó que la infusión de las hojas favorece
la cicatrización de las úlceras gástricas e intestinales y disminuye el dolor
de los pacientes Durante la Conquista, los españoles encontraron espectaculares
jardines botánicos como los de Tezcutzinco, cerca de Texcoco y fundado por
Nezahualcóyotl; el de Huaxtepec, en Morelos, que se distinguió por el cultivo
de plantas de ornato y medicinales; el de lztapalapa, cerca de Tenochtitlan,
con plantas acuáticas; y el de Chapultepec, construido por los mexicas con la
intención de cultivar y adaptar plantas de otras regiones del país. También en
esa época se fundaron parques zoológicos, como el de Pátzcuaro y el de
México-Tenochtitlan, donde se reproducía el ambiente natural de los animales
para que estuvieran cómodos y fuera más fácil su supervivencia. De acuerdo con
los datos y registros históricos, el parque de Moctezuma contaba con 600
empleados dedicados al cuidado, la alimentación, la limpieza y la seguridad de
los animales en cautiverio. Además de los mexicas ,otras culturas como los
chichimecas y los toltecas favorecieron el conocimiento y el intercambio de
plantas y animales usados para alimento, en remedios medicinales o como ornato.
Cuestionario:
1.- ¿Qué es la cultura?
2.- Describe como ha sido posible el
desarrollo de la Ciencia a través de la historia.
3.-¿Cuáles han sido los pasos del método
científico que los hombres han utilizado para llegar al conocimiento de las
cosas? Extrae del texto los parrafos que identifiques con cada etapa.
4.¿Qué función tenían los jardines botánicos y los zoológicos para los
mexicas?
5. Menciona un ejemplo en dónde la
participación de seres humanos de diversas épocas han contribuido al desarrollo
del mismo descubrimiento.
6. ¿Cuál es la trascendencia que tiene
para la ciencia, el tipo de trabajo realizado por personajes como Martín de la
Cruz o Don Francisco Hernández?
Prof. Gabriela Escobedo
Actividad de cierre: Análisis crítico de un artículo científico, misma modalidad que la anterior. fecha de entrega 26 de Marzo.
Texto extraído del Libro Genes, ciencia y dieta. Lecciones sobre evolución humana
Alimentos saludables
Lee el siguiente texto de divulgación científica y luego responde las consignas de pie de página
Después de recorrer un largo camino a través de la evolución para asegurarnos la disponibilidad de alimentos sin que tengamos que ir a cazar o recolectarlos, resulta que el exceso de comida y vida sedentaria de la mayoría de consumidores occidentales ha llevado a la paradoja que supone la aparición de las llamadas enfermedades de la civilización, como la obesidad, la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes tipo II. Por tanto, la demanda de alimentos más saludables se ha convertido en una de las grandes tendencias y retos de la industria alimentaria actual. Es la hora de los alimentos “sin”, de los alimentos fortificados “con”, de los alimentos bajos en sal que ayudan a perder peso, de los alimentos saciantes y de los funcionales. La aparición de estos alimentos se debe a varias causas, una de ellas ya comentada: la creciente preocupación que el consumidor tiene por su salud, una vez que la cantidad de alimento necesario para vivir y nutrirse está ya asegurado. En parte, esta preocupación se debe al aumento de la esperanza de vida de la población de la civilización occidental. También, es una buena oportunidad comercial para la industria alimentaria y un aumento de las posibilidades de elegir del consumidor. Además, los últimos avances científicos sobre el procesado y la composición de los alimentos han ayudado también a entender mejor el efecto de determinados compuestos en la fisiología humana. Sea como fuere, la verdad es que el mercado en alimentos saludables está creciendo de manera espectacular. Es importante distinguir entre varios conceptos que suelen ocasionar confusión en el consumidor, así, se entiende por alimento dietético aquel que se diseña o formula específicamente para satisfacer necesidades nutricionales especiales, como, por ejemplo, alimentos sin sal o sin gluten. Un alimento enriquecido o fortificado es aquel en el que la adición de nutrientes persigue aumentar el valor nutritivo, pero no pretende mejorar la salud, por ejemplo, la sal yodada o productos enriquecidos en hierro. Se entiende por alimento funcional aquel cuya ingesta puede beneficiar a la salud del consumidor, más allá del aspecto puramente nutricional. En España, el porcentaje en el mercado nacional de los alimentos funcionales alcanza el 26% en valor, lo que supone ya una parte importante del mismo, y con un potencial para su crecimiento, lo que supone un aliciente para la industria alimentaria. Ante esta situación, nos podríamos hacer la siguiente pregunta: ¿es el concepto de alimento funcional un concepto novedoso? La respuesta a esta pregunta es bastante fácil: no. De hecho, podemos encontrar remedios a males y dolencias en muchos alimentos, tal y como pone de manifiesto la sabiduría popular. Por ejemplo, se dice que el ajo es bueno para el reuma y el corazón, las ciruelas van bien para combatir el estreñimiento, los cítricos son buenos para el resfriado, o que la zanahoria es buena para la vista, entre muchos más remedios caseros (tabla 3). En este sentido, hace ya 2.500 años Hipócrates acuñó el siguiente aforismo “que el alimento sea tu medicina, y la medicina tu alimento”, estableciendo una relación entre alimentos y salud. Ya en la Edad Media, basándose en el llamado Corpus Hipocraticum, aparecieron una serie de tratados, elaborados por médicos, denominados Regimina Sanitatis, en los que se recogían de manera personalizada y después de un estudio de la complexión del paciente, una serie de preceptos dietéticos que incluían: aires y lugares, ejercicio y reposo, sueño y vigilia, comer y beber, henchir y evacuar, y las pasiones. Es decir, eran estudios que comprendían muchos aspectos de la vida del paciente. Uno de los Regimina Sanitatis más famoso es el realizado por Arnau de Vilanova (1235-1311) para el rey Juan II de Aragón. Muchos de estos preceptos fueron trasladados al pueblo llano, que no podía pagar los servicios de dichos médicos, mediante refranes populares; algunos de ellos han sobrevivido hasta nuestros días (Cruz, 1997). Entonces, si muchos alimentos tienen un efecto funcional de manera natural, ¿cuál es la diferencia con los alimentos funcionales que encontramos en los supermercados? La diferencia fundamental está en los compuestos bioactivos. Es decir, en aquellas sustancias que ejercen la función concreta en el organismo. En los alimentos funcionales actuales estos compuestos se encuentran en concentraciones superiores o se encuentran en alimentos donde no es frecuente encontrarlos de forma natural, pero que por sus características se pueden utilizar como vehículo para incorporar un compuesto bioactivo y potenciar así determinada función en el organismo. Sin ninguna duda, se puede afirmar que muchos de estos productos prometían beneficios que en muchas ocasiones se basaban en suposiciones y no en una evidencia clara del efecto prometido. Esta situación cambió en Europa tras la aprobación de la llamada Ley General de la Alimentación (EU 178/2002), que instauró, entre otras cuestiones, el llamado principio de precaución, que se basa en la demostración científica de cualquier hecho y la creación de la EFSA (European Food Safety Agency), y, por otro lado, del Reglamento 1924/2006 por el que se establecían las diferentes categorías de las alegaciones relacionadas con la salud: alegaciones nutricionales, alegaciones de propiedades saludables y alegaciones que implican la reducción del riesgo de enfermedad. El objeto de este capítulo no es entrar con detalle en ambas leyes, pero sí comentar brevemente algunas de las consecuencias que éstas han tenido en el mercado de alimentos funcionales. Por una parte, han supuesto la supresión del prefijo BIO en muchos alimentos, quedando su uso restringido a los productos ecológicos. Además, muchas de las alegaciones de propiedades saludables y todas las de reducción del riesgo de enfermedad tienen que ser valoradas por la EFSA, que emite una opinión sobre las mismas, autorizando o no su inclusión en las etiquetas de los alimentos. Este hecho ha supuesto que muchas de las alegaciones que el consumidor estaba acostumbrado a ver en las etiquetas hayan desaparecido o hayan tenido que ser matizadas. Este último caso ha ocurrido con una popular leche fermentada que sostenía que su ingestión de manera regular potenciaba el sistema inmunitario debido a la presencia de un determinado microorganismo con efecto probiótico. La EFSA de momento ha emitido varias opiniones en contra, alegando que no se ha podido demostrar con exactitud tal efecto asignado a dicho microorganismo. Sin embargo, ha admitido como establecido que la vitamina B6 contribuye al normal funcionamiento del sistema inmunitario. Entonces, ¿podemos decir que dicha marca incurría en un engaño al consumidor? Una vez más, la respuesta creo que es no, sólo que, según la EFSA, tiene que haber algo más que indicios, y una demostración científica clara del hecho alegado. Pero, ¿es fácil demostrar con hechos científicos la actividad funcional de un alimento? La sabiduría popular nos dice que un remedio casero para aliviar problemas de estreñimiento es la ingesta de ciruelas pasas y/o el agua de éstas después de
pasar una noche en remojo. Parece que el efecto laxante de las ciruelas se debe a la cantidad de fibra que éstas poseen, en torno a 16 g de fibra por cada 100 g de ciruela. En este caso, la alegación parece clara: “las ciruelas, especialmente las secas tipo pasas, ayudan al mantenimiento de la regularidad del colon y tienen un efecto laxante”. En este caso, el dictamen de la EFSA no deja dudas, el panel de expertos concluye que “las evidencias aportadas son insuficientes para establecer una relación de causa efecto, entre el consumo de ciruelas pasas y el mantenimiento normal de la función intestinal”. Parece que, una vez más, se produce el efecto péndulo y se pasa de una situación en que cualquier alegación se podía poner en una etiqueta, a otra en la que no hay manera de incluir ninguna. Una de las pocas alegaciones aprobadas por la EFSA es la reducción del nivel de colesterol LDL en individuos adultos y con unos niveles de colesterol ligeramente elevados al tomar una cantidad diaria de 1,6 g de fitoesteroles añadidos a una leche fermentada. El incremento alarmante de personas obesas en todos los países occidentales ha hecho saltar todas las alarmas, por la incidencia que esta plaga del siglo XXI tiene sobre la salud de los consumidores. Así, la pérdida de peso es otro de los aspectos que se pueden englobar dentro de la tendencia del consumo de alimentos saludables. Parece que el consumidor busca otras alternativas a la pérdida de peso a través de dietas milagrosas, apostando por otro tipo de estrategias. En 2010, el mercado de productos alimenticios en Estados Unidos, que propone una pérdida de peso a los consumidores, ha aumentado de 58.000 a 69.000 millones de dólares. Las estrategias utilizadas por la industria alimentaria son varias. En primer lugar, hay una tendencia clara en reducir las raciones en los platos precocinados y adecuarlos a las raciones recomendadas por los dietistas. Vuelven con fuerza los productos light y los productos low fat (bajos en grasas), disminuyendo la concentración de azúcares y de grasas, especialmente las saturadas, de los alimentos, e irrumpen en el mercado los llamados alimentos saciantes, es decir, aquellos capaces de reducir el apetito. Estos alimentos están compuestos por alimentos proteicos o con carbohidratos complejos en su composición que presentan este efecto saciante en contraposición a las grasas, que tienen el efecto contrario. Otra variante englobada dentro de los alimentos saludables son los alimentos de reciente aparición en el mercado llamados cosmeoceuticals, es decir, aquellos alimentos cuyo objetivo es mejorar el aspecto externo del consumidor, mejorando el pelo, la piel y las uñas. Son productos ricos en colágeno, ácido hialurónico, coenzima Q10 o Aloe vera, entre otros ingredientes a los que se asocia este tipo de acciones. En este sentido, hace unos años que una marca española lanzó al mercado una gama de yogures y leches fermentadas con Aloe vera para mejorar la textura de la piel.
Tabla 3. Ejemplos de alimentos funcionales naturales con potencial beneficio para la salud
Alimento funcional Compuestos bioactivos Potencial beneficio para la salud Tomate Licopeno Reduce el riesgo de cáncer de próstata e infarto de miocardio Brócoli Sulfurofano Reduce el riesgo de cáncer Zanahoria Carotenoides Reducen el riesgo de cáncer Ajo Compuestos organosulforados Reducen el riesgo de cáncer Té Polifenoles y catequinas Efecto antioxidante. Reducen el riesgo de enfermedades coronarias Pescado azul Ácidos grasos omega-3 Reducen el riesgo de enfermedades coronarias Soja Isoflavonas Reducen síntomas menopausia
- Realicen un glosario con las palabras desconocidas
- Realicen una síntesis del texto ( no un resumen)
- Identifiquen:
Hipótesis de trabajo.
Objetivos del estudio.
Metodología.
Resultados significativos y preliminares.
Conclusiones.
Pueden formar grupos para leerlo en conjunto, luego hacer una puesta en común sobre los puntos sugeridos y, además, destacar partes novedosas del estudio o quizás difíciles de comprender.
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